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El documento, de 22 páginas, estima que cerca de 700 menores palestinos entre los 12 y los 17 años de edad –la mayoría de ellos chicos– son detenidos e interrogados cada año por el Ejército, la Policía o los agentes de seguridad israelíes en Cisjordania.
Unicef asegura que ha identificado algunos ejemplos de prácticas de tratos consideradas “crueles, inhumanas o degradantes de acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención contra la Tortura”.
Según el informe, “el patrón de los malos tratos incluye el vendar los ojos a los niños y atarles las manos con lazos de plástico” o “el abuso físico y verbal durante el traslado al lugar de interrogatorio”.
Los menores, la mayoría de ellos detenidos por tirar piedras a las fuerzas de seguridad, sufren “violencia física y amenazas durante su interrogatorio, son forzados a confesar y no tienen acceso inmediato a un abogado o familiar”, afirma.
“El tratamiento reñido con los derechos del niño prosigue en su comparecencia ante un tribunal e incluye el encadenamiento de los niños, la denegación de fianza, la imposición de penas de privación de libertad o su traslado de Cisjordania a Israel para cumplir sus sentencias”, añade el informe.
El informe incluye una serie de recomendaciones para mejorar la protección de los niños de conformidad con los estándares internacionales, como “la prohibición del confinamiento solitario y con los ojos vendados” de los menores.
Asimismo, recomienda que, excepto en extremas circunstancias, los niños no sean detenidos de noche y que un abogado o un miembro de la familia esté presente durante su interrogatorio.
Unicef afirma que continuará su compromiso con las autoridades militares israelíes para mejorar las salvaguardas que promueven los derechos y el bienestar de los niños palestinos bajo custodia militar.