Cargando...
La modalidad favorece claramente el desarrollo de la industria del turismo, donde el gobierno de Raúl Castro adelanta planes de fundar complejos inmobiliarios vinculados a campos de golf, una forma de turismo de lujo. Pero su redacción es general, sobre ciudadanos de otros países que posean o alquilen casas en Cuba.
El Decreto 305, incluido en la “actualizada” legislación migratoria vigente desde el lunes pasado, expone en su Artículo 92 que “se clasifican como residentes de inmobiliarias las personas naturales extranjeras propietarias o arrendatarias de viviendas en complejos inmobiliarios en el territorio nacional y sus familiares extranjeros residentes en esos inmuebles”.
El siguiente artículo 93 estipula que los extranjeros clasificados como “residentes inmobiliarios podrán ser admitidos en Cuba por un año, prorrogable sucesivamente por igual término”.
A partir de ahora las autoridades cubanas otorgarán la visa de residente de inmobiliaria, junto al resto de las clasificaciones tradicionales como son visitante, diplomático, oficial, residente temporal y residente permanente.
La ley aclara que los ministros del Interior y de Relaciones Exteriores quedan facultados para establecer las subclasificaciones de las visas cuyo otorgamiento se les encomienda por el presente reglamento.
Hace dos años el ministro del Turismo, Manuel Marrero, anunció que el sector se proponía edificar campos de golf con el apoyo de inversiones extranjeras. La modalidad es considerada como “de lujo”, por el alto poder adquisitivo de los turistas que deben participar.
En aquel momento, Marrero expuso que estos desarrollos se harían en regiones cubanas que hoy están vírgenes.