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LIMA (EFE). El portavoz de la bancada Nuevo Perú, Oracio Pacori, llegó a afirmar que la corrupción “ha convertido el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) en un mercado negro, donde se trafican influencias, sentencias, burlándose de la justicia”.
El escándalo de corrupción se hizo público la pasada semana, con la difusión de una serie de escuchas telefónicas que revelaron una amplia red de tráfico de influencias, cohecho y prevaricación en las más altas instancias de la judicatura, que incluye a altos magistrados, empresarios y políticos.
Las escuchas le costaron el cargo al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Salvador Heresi, protagonista de un audio, y a cinco jueces de la Corte Superior de Justicia del Callao, entre ellos su presidente, Walter Ríos, que pedía un soborno de al menos 10.000 dólares a cambio de favorecer el nombramiento de un fiscal.
También a los consejeros del CNM Guido Águila y Julio Gutiérrez, mientras que su compañero Iván Noguera es investigado en el Parlamento.
La cadena peruana RPP publicó las indignadas reacciones de diversos legisladores, que hablan de la suspensión del Consejo y su reestructuración total.
La congresista del Nuevo Perú Marisa Glave consideró que “el malestar ciudadano ha llevado a que el consenso entre las fuerzas políticas en el parlamento para remover a los siete miembros del CNM sea mucho más rápido”, y remarcó la tarea pendiente del Congreso para resolver las acusaciones constitucionales.
Glave insistió en que la clase política debe animar toda clase de manifestación democrática.
En su opinión, estas movilizaciones generan “que quienes estamos en las instituciones podamos reaccionar”.
El congresista Jorge del Castillo, vocero de la bancada del APRA, dijo que “tenemos que poner una agenda nacional entre los que tiene que estar la reforma política de fondo, la reforma del sistema de administración de justicia”, señaló.
El congresista Víctor Andrés García Belaunde, vocero de Acción Popular, recordó que la justicia en el Perú siempre ha estado cuestionada.
Sin embargo, resaltó que lo que genera la indignación actual es saber que existen procesos judiciales marcados por la corrupción.
“Ahora hay una reacción desde el pueblo que se siente agobiado (...) Sabes que vas a perder (un proceso judicial) sabiendo que tienes la razón, eso es lo que indigna a la gente”, explicó.