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Los responsables del evento han instalado 200 telecámaras nuevas que se añaden a las que ya se encuentran en diferentes puntos de la Plaza, precisamente para reforzar la seguridad en el área del Vaticano, que a partir de ayer está más controlada que nunca.
“Jamás habíamos visto tantas fuerzas del orden en el barrio”, comentó un romano que vive en la zona, tras precisar que las medidas de seguridad aumentaron de manera vistosa tras los atentados terroristas en París del pasado 13 de noviembre.
“En caso de atentado de naturaleza convencional o no, entrará en función el plan de defensa civil cuyos detalles y papeles ya fueron decididos por la Prefectura y a los cuales se tendrá que atener estrictamente”. Lo afirma un acta suscripta por el Municipio de Roma, el comandante de los vigilantes urbanos de la capital y por los sindicatos del Cuerpo, en el caso del peor escenario.
A tres días de la apertura del Año Santo han, por otra parte, comenzado a llegar a Roma los grupos de peregrinos que participarán en la apertura del evento.