Cargando...
El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció el pasado 20 de octubre que pondría fin a este tratado debido a las constantes violaciones por parte del Kremlin, aunque esta advertencia no se llegó a materializar.
El embajador estadounidense en Rusia, Jon Huntsman, sostuvo que “las violaciones rusas suponen una amenaza para la seguridad de Estados Unidos y Europa”.
El diplomático aseguró que la decisión obedece, además, a que “nadie espera” que Rusia vaya a encontrar una solución a este problema “que ellos mismos han creado”.
No obstante, Huntsman expresó su esperanza de que, si Moscú cambia de actitud, finalmente el tratado pueda salvarse.
“Rusia tiene la oportunidad a lo largo de estos próximos 60 días de volver a cumplir con sus obligaciones”, apuntó.
El pasado martes el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dio un plazo de 60 días al Gobierno del presidente ruso, Vladímir Putin, para que vuelva a cumplir con las condiciones del INF.
“Hemos hablado mucho con los rusos. Esperamos que cambien el rumbo, pero hoy no hay ninguna indicación de que tengan la intención de hacerlo”, dijo Pompeo en una rueda de prensa tras una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en Bruselas.
El INF, rubricado por ambos países en 1987, fue el primer acuerdo para reducir los arsenales nucleares y condujo a la eliminación en 1991 de todos los misiles balísticos y de crucero de mediano y corto alcance de ambas potencias, un paso clave para poner fin a las tensiones de la Guerra Fría.