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SANTIAGO (EFE). “Pretender un proceso electoral en donde la inmensa mayoría de los líderes no pueden participar, en donde han inventado que si los partidos políticos no hacen tal o cual cosa no valen, es una farsa”, sostuvo el político chileno en una entrevista que publicó ayer el diario chileno La Tercera.
La oposición a Maduro considera fraudulentas las elecciones y ha llamado a sus seguidores a protestar contra los comicios, en los que Nicolás Maduro busca ser reelegido para un nuevo período.
“Es tan difícil dar consejos”, reflexionó Lagos, al ser preguntado por la falta de unidad que se observa en la oposición venezolana.
“Conozco a toda la dirigencia opositora y me considero amigo de ellos. Por aquí han pasado casi todos. Con otros tengo contacto por WhatsApp casi cotidiano. Cuando pasó por acá la señora de Leopoldo López, yo le regalé algunos libros míos”, precisó.
“Ella me dijo que el libro ‘Así lo vivimos (2013)’ se le permitió leerlo en la cárcel y lo tenía de cabecera. Bueno, nosotros (en Chile) también tuvimos discusiones en su momento sobre cuál era el camino más adecuado. Una dificultad muy grande es que no ha habido modalidades muy grandes para que ellos resuelvan”, añadió.
Respecto de la realidad actual en América Latina, con el resurgimiento de gobiernos conservadores y un retroceso de la izquierda, Lagos consideró que para el votante de la región “el presente no es satisfactorio”.
“Cuando tienes un 40% de pobres, está claro que tu problema es la pobreza, ¿verdad? Pero cuando redujiste los pobres al 10% quiere decir que ahora hay un 30% que no quiere volver atrás, pero tiene otras demandas”, sostuvo.
Acotó, en todo caso, en alusión al cambio de gobiernos socialdemócratas a varios conservadores en la región, que “los ciclos son normales en una democracia”.
“El tema es otro. Es distinguir cuáles son las demandas. Una vez escuché a Felipe González decir ‘No nos dimos cuenta de que porque tuvimos éxito en nuestras políticas cambiamos a España. Y si cambiamos a España tuvimos que cambiar la agenda de lo que hay que hacer’”.
“Ahí está entonces la falla, la incapacidad de hacerlo o, si usted quiere, el no entender lo mucho que se avanzó y que implica ahora tener una agenda distinta”, señalo.
“Creo que el gran debate hoy es cuáles serán los caminos para reconstruir un sistema más justo, en una sociedad en la que algunos ganan mucho pero hay otros que quedan estancados o caen”, concluyó.
Un pueblo que sufre
Hay cerca de un millón de venezolanos que han huido de su país, por la escasez de alimentos y medicinas, y la represión política.
Brasil y Colombia son los países que mayor número de refugiados venezolanos acogen.
Y el flujo migratorio no tiene visos de que vaya a detenerse.
“No se han superado las causas que provocan ese éxodo”, señaló un portavoz de una organización de derechos humanos que pidió no ser identificado.