Se quiebra última tregua en la guerra civil Siria

Por primera vez desde hace diez días, el gobierno reanudó el viernes los bombardeos, tras el fracaso de las negociaciones con el grupo Yaish al Islam, última facción rebelde que queda en Guta en una zona casi totalmente controlada por las fuerzas gubernamentales.

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BEIRUT (AFP). Ocho civiles murieron ayer en bombardeos aéreos contra el último bastión rebelde en Guta Oriental, donde el régimen sirio lanzó una nueva ofensiva tras el fracaso de negociaciones para evacuar a los combatientes de esta región a las puertas de Damasco.

El régimen de Bachar al Asad había lanzado una ofensiva el 18 de febrero pasado para reconquistar el último bastión rebelde en la periferia de la capital.

La ofensiva y la conclusión de acuerdos de evacuación de los rebeldes y civiles le permitió conquistar el 95% del territorio de Guta Oriental.

La televisión estatal siria difundió en directo el bombardeo, con imágenes en las que se veían columnas de humo sobre un devastado paisaje urbano.

Embates finales 

El régimen sirio está determinado a retomar el control de toda Guta Oriental, en un momento en que, gracias al apoyo militar de Moscú, ya controla más de la mitad del país, devastado desde 2011 por una guerra que dejó más de 350.000 muertos.

El gobierno sostiene que su ofensiva en Guta responde al disparo que hacen desde allí los rebeldes, con obuses y cohetes contra la capital.

También ayer, seis civiles murieron en estos ataques en Damasco, según la televisión estatal.

Tras bombardear durante cinco semanas las zonas rebeldes de Guta Oriental, el gobierno obtuvo, con mediación de Moscú, acuerdos de evacuación con dos facciones insurgentes, Ahrar al Sham y Faylaq el Rahman.

Fracaso de la negociación 

Sobre el tercer grupo rebelde, Yaish al Islam, el OSDH afirmó en un primer momento que debía beneficiarse de un acuerdo diferente, que habría permitido a sus miembros permanecer en la ciudad y convertirse en una fuerza de seguridad local.

Pero rápidamente, las negociaciones derraparon y Moscú y el régimen denunciaron que ese grupo rebelde acumulaba refuerzos cerca de Duma y amenazaba con una nueva ofensiva.

Entre el lunes y el miércoles, al término de un acuerdo anunciado por Rusia pero silenciado por Yaish al Islam, cerca de 3.000 combatientes de este grupo y civiles fueron evacuados de Duma hacia el norte de Siria.

Pero el jueves no hubo ninguna evacuación y al día siguiente se reanudó la ofensiva militar por aire y tierra. 

Por su parte Turquía, que también participa en el conflicto en Siria, aunque en el frente norte y contra los kurdos, pidió ayer “claridad” a Estados Unidos sobre sus intenciones en Siria.

“El presidente de Estados Unidos dice ‘nos vamos a ir de Siria dentro de poco’, luego salen otros y dicen ‘no, nos vamos a quedar’”, declaró el portavoz del presidente turco, Ibrahim Kalin.

“Eso crea mucha confusión sobre el terreno y para nosotros”, añadió el portavoz.

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