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WASHINGTON (AFP, EFE). Esta semana en una reunión del consejo permanente de la Organización de Estados Americanos para analizar la crisis en Nicaragua, Almagro anunció se que veía obligado a “empezar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana”, pues consideraba que “la lógica de la dictadura está definitivamente instalada” en el país.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al régimen de “más de 300 muertos”, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los derechos humanos.
La Representante Permanente de Costa Rica ante la OEA, la embajadora Montserrat Solano, confirmó que recibió la solicitud de Almagro, para la aplicación de la Carta Democrática Interamericana para el caso de Nicaragua.
“Recibimos la nota de parte del señor Secretario General, y como corresponde, ha sido circulada entre los representantes de los Estados Miembros”, dijo la embajadora de Costa Rica, a quien como presidente del Consejo Permanente le corresponde convocar la reunión.
La Carta Democrática de la OEA se aplica cuando hay una alteración o una ruptura del orden democrático y puede desembocar en la suspensión de un miembro.
La ola de protestas iniciada el 18 de abril contra una reforma del seguro social derivó en un movimiento para reclamar la renuncia del presidente nicaragüense Daniel Ortega y de la vicepresidenta, su esposa Rosario Murillo.
La represión a las protestas ha dejado 325 muertos y 400 detenidos, según la CIDH.
Falta de quórum
El periodo de fin de año complica las gestiones, ya que para analizar la aplicación de la Carta Democrática deben estar presentes los embajadores titulares y muchos de ellos no están en Washington.
La representante de Costa Rica explicó que “se mantiene en consultas y gestiones para iniciar los pasos” para la activación de la Carta Democrática, a pesar del período festivo.
El Carta Interamericana estipula que si la Asamblea General, convocada para un período extraordinario de sesiones, constata que se ha producido la ruptura del orden democrático en uno de sus miembros y que las gestiones diplomáticas para encontrar una solución han sido infructuosas, puede decidir su suspensión de la OEA.
Para ello es necesario el voto afirmativo de los dos tercios de los integrantes.