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La explosión en Cabo Cañaveral (Florida) no dejó heridos, pero destruyó el cohete Falcon 9 y un satélite de comunicaciones Amos-6 de la compañía israelí Spacecom.
Es un gran contratiempo para SpaceX, la compañía californiana del magnate Elon Musk que busca revolucionar la industria aeroespacial reciclando los componentes de los cohetes.
“La pérdida del vehículo Falcon (ocurrió) durante la operación de llenado del propulsor. Se originó cerca de la etapa superior del tanque de oxígeno. La causa aún se desconoce”, dijo Musk.
Un dramático video de ABC News mostraba el estallido del cohete en una enorme bola de fuego, luego una serie de explosiones y finalmente una densa columna de humo que cubrió el cielo de Cabo Cañaveral.