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Según se supo, tanto Schettino como la compañía Costa Cruceros deberán, por otra parte, resarcir con un total de 12,3 millones de euros a diferentes entidades y a los pasajeros y tripulación de la nave naufragada en aguas italianas el 13 de enero del 2012, accidente en el que murieron 32 personas.
Más allá de la multimillonaria indemnización, todas las polémicas y comentarios apuntaron a la sentencia que un tribunal de Grosseto, en la región de Toscana, emitió contra Schettino.
Los jueces de Grosseto destacaron que “no hay elementos concretos” que puedan indicar un posible tentativo de fuga por parte del excomandante del barco. Además, recordaron, según la Constitución italiana, “un imputado no puede ser considerado culpable hasta una sentencia definitiva”, o sea tras la tercera instancia.
Desde diferentes frentes también hubo protestas por los 16 años de cárcel infligidos, frente al pedido planteado por el fiscal del caso, quien reclamaba una condena muy superior (26 años y tres meses de prisión). “Estamos destruidos, esto es un insulto y una vergüenza para Italia”, comentó la madre de una pasajera muerta.