Rusia llega al conflicto venezolano por intereses económicos y geopolíticos

Rusia emergió como un actor influyente en la crisis de Venezuela en la semana que culminó ayer, cuando EE.UU. lo acusó de convencer al dictador Nicolás Maduro de que no huyera a Cuba. Moscú tiene fuertes razones económicas y geopolíticas para apoyar al régimen chavista, su aliado latinoamericano.

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MOSCÚ (AFP, EFE). La tensión en Venezuela se acentuó desde que Juan Guaidó juró como presidente interino en enero, afirmando que la reelección de Maduro el año pasado fue ilegítima y apoyándose en tres artículos de la Constitución.

Más de 50 países, con EE.UU. a la cabeza, respaldaron a Guaidó, mientras que China y Rusia dieron su apoyo a Maduro.

Venezuela le debe a Rusia unos US$ 10.500 millones.

La audacia con la que Moscú consiguió hacerse un hueco en esta crisis causó inquietud en Washington.

Rusia, uno de los principales apoyos de Maduro en el exterior, se opone de manera categórica a todo tipo de injerencia en los asuntos internos de Venezuela, mientras que Estados Unidos no descarta una intervención militar.

La situación venezolana fue uno de los temas que abordaron los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Donald Trump, en la conversación telefónica que mantuvieron el viernes último.

Moscú tiene sus motivos para apoyar a Maduro, uno de ellos las multimillonarias inversiones en el país petrolero y los préstamos otorgados a Maduro a cambio de petróleo a futuro.

La crisis del régimen de Maduro supone no solo un riesgo económico, si no también político para Rusia, que podría perder a su principal aliado en América Latina. Pero lo que podría ganar a partir de un posible acuerdo con Washington podría ser mucho más importante para el Kremlin.

Pero, según los analistas, Putin estaría apostando por una estrategia a largo plazo, esperando aprovecharse del caso de Venezuela en su tira y afloja con Washington. Si Maduro tuviera que dejar el poder, Rusia perdería una alianza que empezó con el gobierno de Hugo Chávez (1999-2013) y le convirtió en su principal aliado en la región.

Desde entonces el país se convirtió en el segundo acreedor de Caracas, por detrás de China.

En diciembre, durante una visita de Maduro a Moscú, Rusia prometió invertir US$ 6.000 millones en el sector petrolero y minero del país. Kaláshnikov

Al principio los acuerdos con Rusia eran sobre todo militares, con grandes pedidos de tanques, de fusiles kaláshnikov y de aviones Sujói.

Primero acordó préstamos para financiar estas compras militares, y luego se crearon relaciones en el sector del petróleo.

Desde 2005, Venezuela compró por US$ 11.000 millones armas rusas, lo que convierte a Moscú en el primer proveedor de pertrechos del país sudamericano.

En el sector petrolero, el Gobierno de Vladimir Putin invirtió miles de millones de dólares, principalmente a través de la petrolera semipública Rosneft.

Esta participa en varios proyectos de exploración y de producción de petróleo y gas junto a la estatal PDVSA controlada por militares chavistas, ahora bajo sanciones de Washington.

Una parte de la deuda de Venezuela con Rusia se reembolsa con hidrocarburos en virtud de acuerdos entre PDVSA y Rosneft.

En marzo, Moscú envió dos aviones con unos 100 soldados y equipos a Caracas, donde se cree que también estarían trabajando mercenarios rusos.

Reunión clave de los cancilleres

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, y el ministro ruso de RR.EE., Sergei Lavrov, prevén discutir sobre la crisis en Venezuela esta semana. Pompeo acusó a Moscú de “desestabilizar” Venezuela y Lavrov a Washington de ser una “influencia destructiva” en el país. Ambos países parecen reacios a considerar la opción militar e intentaría hallar un acuerdo entre bastidores.

Pero las acciones sobre el terreno podrían tener más peso.

Algunos expertos dudan de la capacidad real de Rusia de influir en la crisis.

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