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Los investigadores, que tomaron medidas a 27.000 personas, más de 14.000 con problemas cardíacos, han llegado a la conclusión de que esa relación puede ser más indicativa que las pruebas convencionales o que otros índices hasta ahora considerados reveladores, como el de la masa corporal o el peso.
Según el estudio, si esa relación es superior a 0,9, en los hombres, y a 0,85, en las mujeres, el riesgo de sufrir un ataque al corazón es "significativamente mayor".
Los responsables de la investigación declararon a la revista que con su trabajo se demuestra que el índice de masa corporal ha quedado obsoleto para valorar si las personas con sobrepeso tienen riesgo de sufrir infartos.
Los científicos también han descubierto que el exceso de grasa puede entrañar riesgos de sufrir problemas cardiacos en función de la parte del cuerpo en que se acumule.
Así, la grasa acumulada en los muslos, por ejemplo, no es tan peligrosa como la que se sitúa en torno al abdomen, ya que esta puede afectar los niveles de insulina del cuerpo y elevar el riesgo de sufrir diabetes o, incluso, ataques cardíacos.
El estudio, que recopila datos en 52 países diferentes, estima también que la proporción de personas con riesgo de sufrir un ataque al corazón es tres veces más alta de lo que se estimaba hasta ahora.
Según el estudio, si esa relación es superior a 0,9, en los hombres, y a 0,85, en las mujeres, el riesgo de sufrir un ataque al corazón es "significativamente mayor".
Los responsables de la investigación declararon a la revista que con su trabajo se demuestra que el índice de masa corporal ha quedado obsoleto para valorar si las personas con sobrepeso tienen riesgo de sufrir infartos.
Los científicos también han descubierto que el exceso de grasa puede entrañar riesgos de sufrir problemas cardiacos en función de la parte del cuerpo en que se acumule.
Así, la grasa acumulada en los muslos, por ejemplo, no es tan peligrosa como la que se sitúa en torno al abdomen, ya que esta puede afectar los niveles de insulina del cuerpo y elevar el riesgo de sufrir diabetes o, incluso, ataques cardíacos.
El estudio, que recopila datos en 52 países diferentes, estima también que la proporción de personas con riesgo de sufrir un ataque al corazón es tres veces más alta de lo que se estimaba hasta ahora.