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Compacto y cuadrado, el pequeño vehículo blanco con lunares verdes recorrió durante toda una tarde un circuito de unos 100 metros en las riberas del Sena, bajo la mirada divertida y curiosa de los peatones.
Sin asientos, desprovisto de volante y del espacio del conductor, el minibús EZ10, del constructor francés Easymile, dispone de espacio para transportar a 12 pasajeros.
Circula a 25 km/h y puede detenerse completamente para seguridad de los peatones y de los pasajeros, según sus promotores.
Ya ha sido probado en circuitos cerrados en Holanda, Japón, Singapur y California (EE.UU.).
Una joya de la tecnología, a 200.000 euros la unidad, de la que habrá que estudiar su rentabilidad económica.