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Varios elementos despiertan la curiosidad de los especialistas: la aeronave con 239 personas a bordo era “apta” para el servicio, según la compañía, no envió ninguna señal de emergencia y las condiciones meteorológicas eran favorables durante su trayecto.
Estas son las principales hipótesis:
Fallo técnico
El Boeing 777 se ha mostrado muy fiable desde su puesta en funcionamiento en 1995.
El único accidente de este modelo de aeronave se produjo en julio de 2013 en el aeropuerto de San Francisco, donde murieron tres personas.
Tras el accidente, los expertos aeronáuticos reforzaron la seguridad de los equipos.
Los problemas repentinos en la estructura del avión, como una despresurización de la cabina, son muy improbables en los aviones modernos.
“En las dos o tres últimas décadas, no se produjo ningún incidente de este tipo”, recuerda el analista del sector aeronáutico de Frost & Sullivan, Ravi Madavaram.
Asimismo, el cuaderno de mantenimiento del Boeing de Malaysia Airlines “no refleja nada flagrante”, según el experto independiente indonesio Gerry Soejatman.
Error humano
El error humano también se ha planteado, si se tienen en cuenta los accidentes de un A330 de Air France en 2009 frente a las costas de Brasil y de un avión de la compañía Adam Air en 2007 en Indonesia.
La investigación del primer accidente, que costó la vida a 228 personas, determinó un “efecto bola de nieve” de fallos técnicos y errores humanos, recuerda Ravi Madavaram.
“Si la tripulación no comprende rápidamente lo que ocurre, puede perder rápidamente el control de la situación”, señala Gerry Soejatman en referencia al accidente ocurrido en Indonesia, donde perdieron la vida 102 personas y que se originó por un fallo técnico.
Falta de carburante
Malaysia Airlines indicó que el avión disponía de una reserva de carburante suficiente para llegar a Pekín (6 horas) y para dos horas más.
En caso de pérdida de carburante, el piloto tendría bastante tiempo para enviar una señal de emergencia y dar media vuelta para aterrizar.
Atentado
Esta hipótesis salió a la luz después de que las autoridades malasias revelaran la presencia a bordo de al menos dos pasajeros con pasaportes robados.
La ausencia de llamada de socorro por parte de los pilotos alimenta este escenario.
Esto es “especular mucho”, matiza Ravi Madavaram, quien destaca que nadie ha reivindicado por el momento un posible atentado.
“Sin introducir un arma, es muy complicado acceder a la cabina de mando”, apunta por su parte el analista de Standard & Poor’s, Shukor Yusof.