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WASHINGTON (EFE). El previsto anuncio del Trump, de que retirará al país del TPP, que representaría el 40% de la economía mundial, pone en entredicho la viabilidad del pacto.
La noche de este lunes el presidente electo confirmó que entre sus primeras acciones tras ser investido en enero estará la de emitir una “notificación de intención para retirarnos del TPP, que es un desastre potencial para nuestro país”.
Con este anuncio Trump echa por tierra uno de los acuerdo comerciales internacionales más ambiciosos.
El Gobierno canadiense dio ayer por muerto el TPP en su actual forma al señalar que solo puede entrar en vigor si Estados Unidos lo ratifica, pues requiere la aprobación de “países, que representan el 85 % del PIB del conjunto”.
Por su parte, China busca tomar el liderazgo. El presidente de China, Xi Jinping, dijo ayer que buscará acelerar con otros países un área de libre comercio Asia-Pacífico.
En medio de este complejo panorama, Pekín impulsa su propia versión del TPP, llamada Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), que excluye a Estados Unidos y es un acuerdo más enfocado en reducir los aranceles que en abrir las economías.
El “efecto Trump” acorrala también a Brasil. Ayer, otro estado se declaró en “calamidad” económica y pidió socorro al gobierno federal, que apostaba al crecimiento de las exportaciones para recuperar el crecimiento económico, y la política proteccionista que aplicaría Trump significa un revés a esas intenciones.