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La predicción anual para Cuba y el mundo de los babalawos o sacerdotes yorubas, conocida como Letra del año, asegura que el 2007 estará marcado por guerras e intervenciones militares, y que la isla viviría una apertura económica basada en el hallazgo de petróleo y de recursos minerales.
Los sacerdotes se negaron a hablar específicamente de la salud del líder cubano Fidel Castro, que hace cinco meses delegó el poder de forma provisional a su hermano Raúl tras ser sometido a una delicada operación intestinal.
Sin embargo, la salud de Fidel, de 80 años, sobrevoló la rueda de prensa en una vieja casona del barrio 10 de octubre de La Habana, donde el babalawo Lázaro Cuesta, de traje y boina blancas, leyó las predicciones basadas en el oráculo de Ifá, un complejo sistema adivinatorio de origen yoruba.
El panorama que se nos presenta es un poco fúnebre, dijo Cuesta. Cuando uno no se quita del lugar a su debido tiempo, está corriendo el riesgo que puedan suceder cosas impredecibles, advirtió.
Aunque sin mencionar nombre, el babalawo Víctor Betancourt se refirió concretamente a la salud de Castro: Que los médicos que atienden ese caso tengan cuidado de una infección, que se mantenga la salud neurológica. El mayor cuidado en la persona hospitalizada tendría que ser no infectarse (...) para evitar futuras complicaciones.
El disidente moderado Manuel Cuesta, presente en la lectura de la Letra del año, estimó que la predicción obviamente, se refería a Fidel. Socialmente, hay mucha expectativa de la gente, que tiene la mente abierta a una posibilidad de cambio que antes no tenía, dijo el disidente Cuesta a la AFP.
Betancourt aseguró que puede haber una apertura económica, con un aumento en las importaciones y en el suministro de alimentos en Cuba.
La agricultura no sería la base esencial del desarrollo socio-económico, sino (que éste se basaría en) elementos que podrían estar bajo nuestros pies, como el petróleo, como las riquezas minerales, indicó.
Los sacerdotes se negaron a hablar específicamente de la salud del líder cubano Fidel Castro, que hace cinco meses delegó el poder de forma provisional a su hermano Raúl tras ser sometido a una delicada operación intestinal.
Sin embargo, la salud de Fidel, de 80 años, sobrevoló la rueda de prensa en una vieja casona del barrio 10 de octubre de La Habana, donde el babalawo Lázaro Cuesta, de traje y boina blancas, leyó las predicciones basadas en el oráculo de Ifá, un complejo sistema adivinatorio de origen yoruba.
El panorama que se nos presenta es un poco fúnebre, dijo Cuesta. Cuando uno no se quita del lugar a su debido tiempo, está corriendo el riesgo que puedan suceder cosas impredecibles, advirtió.
Aunque sin mencionar nombre, el babalawo Víctor Betancourt se refirió concretamente a la salud de Castro: Que los médicos que atienden ese caso tengan cuidado de una infección, que se mantenga la salud neurológica. El mayor cuidado en la persona hospitalizada tendría que ser no infectarse (...) para evitar futuras complicaciones.
El disidente moderado Manuel Cuesta, presente en la lectura de la Letra del año, estimó que la predicción obviamente, se refería a Fidel. Socialmente, hay mucha expectativa de la gente, que tiene la mente abierta a una posibilidad de cambio que antes no tenía, dijo el disidente Cuesta a la AFP.
Betancourt aseguró que puede haber una apertura económica, con un aumento en las importaciones y en el suministro de alimentos en Cuba.
La agricultura no sería la base esencial del desarrollo socio-económico, sino (que éste se basaría en) elementos que podrían estar bajo nuestros pies, como el petróleo, como las riquezas minerales, indicó.