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Vidal regresó anoche a Bolivia procedente de la provincia argentina de Salta, donde fue operado tres veces para recibir injertos de tejido debido a las graves quemaduras sufridas en el ataque del que fue víctima el pasado 29 de octubre, indicó su yerno, Esteban Farfán.
“Está en franca recuperación, ya caminando, aunque obviamente con limitaciones. Lo más delicado ya pasó”, aseguró Farfán.
La intención de Vidal y sus familiares es iniciar en enero un recorrido nacional para denunciar la lentitud de las investigaciones sobre el ataque y recaudar fondos a fin de presentar el caso ante organismos internacionales.
Su deseo es acudir a Washington, ante la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y posteriormente a Ginebra, al Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Farfán criticó la lentitud del Gobierno para dotar de medios a la Fiscalía y la Policía para investigar el caso.
“Nuestra hipótesis es que quieren proteger a alguien”, aventuró.