Pablo VI y Mons. Romero fueron canonizados ayer en el Vaticano

El papa Francisco proclamó santos al papa Pablo VI, el pontífice que lideró las grandes reformas dentro de la Iglesia; y el arzobispo salvadoreño Óscar Romero, asesinado bajo la dictadura en su país, mientras oficiaba la eucaristía. Fue en una multitudinaria misa de canonización celebrada ayer en la plaza de San Pedro del Vaticano.

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CIUDAD DEL VATICANO (AFP). “Declaramos y consideramos santos a Pablo VI y a Óscar Arnulfo Romero Galdámez”, declaró según la fórmula en latín el papa Francisco, quien canonizó en la misma ceremonia a los religiosos Francisco Spinelli, Vicente Romano, María Catalina Kasper, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús y al laico Nuncio Sulprizio.

El papa Pablo VI fue “el profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres”, declaró Francisco durante la homilía.

“Es hermoso que junto a él y a los demás santos y santas de hoy, se encuentre Monseñor Romero, quien dejó la seguridad del mundo, incluso su propia incolumidad, para entregar su vida según el Evangelio, cercano a los pobres”, añadió.

En homenaje, el Papa usó como vestimentas litúrgicas durante la ceremonia el cíngulo con sangre que llevaba en la cintura Romero el día de su asesinato en 1980, así como la casulla (prenda de vestir sacerdotal) de Pablo VI, quien había sido herido con un puñal en un viaje a Filipinas.

Miles de personas, religiosos y autoridades de los dos continentes asistieron a la solemne proclamación en el Vaticano, entre ellos unos 7.000 salvadoreños.

Los presidentes de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén; Panamá, Juan Carlos Varela; de Chile, Sebastián Piñera; y de Italia, Sergio Mattarella, así como la reina Sofía de España figuraron entre los asistentes.

Tanto Romero como Pablo VI representan las contradicciones y las dificultades que vivió la Iglesia del siglo XX y enfrentaron adversidades por sus aperturas a los cambios de la sociedad. 

El asesinato de Romero, beatificado en 2015, se dio en el marco de una revuelta armada en su país que duró hasta 1992 y dejó 75.000 muertos y al menos 7.000 desaparecidos.

Pablo VI, el primer papa viajero y el primero en pisar Tierra Santa, nacido en 1897 como Giovanni Battista Montini, fue canonizado tras haber intercedido en un segundo milagro: la salvación de una niña nacida muy prematuramente en 2014 a pesar de que los médicos habían aconsejado un aborto terapéutico.

Para llegar a ser santo hay que haber realizado dos milagros, uno para la beatificación (salvo que sea mártir, como en el caso de Romero) y otro para la canonización.

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