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BUENOS AIRES (EFE). En torno a las 20:00 del 18 de enero, momento en el que los forenses han determinado que ya llevaba varias horas muerto, la computadora personal de Nisman registró 60 conexiones USB, aunque se desconoce si realmente fueron accesos locales ni el tipo de dispositivo (que puede ser desde un pendrive hasta un teclado), según detallaron fuentes judiciales al diario argentino Clarín.
La propia fiscal encargada de la causa, Viviana Fein, había confirmado que en la investigación tecnológica se habían detectado accesos USB unas 12 horas después del momento estimado de la muerte de Nisman y horas antes de que se descubriera el cadáver, pero aclaró que hay que esperar para saber si los registros fueron locales o si se trató de manipulaciones.
Además, el teléfono de Nisman tenía un virus tipo “troyano” y de él fueron borrados mensajes de texto, conversaciones de “WhatsApp” y llamadas, según datos filtrados también a la prensa local.
La investigación de la muerte del fiscal se mantiene estos días en el ojo del huracán después de que el pasado domingo un programa televisivo mostrase un video oficial de la Policía en el que se aprecia que los peritos manipularon las pruebas de la escena.
En las imágenes, difundidas por Periodismo Para Todos, del popular Jorge Lanata, se ve a un perito retirar con un guante parte de la sangre presente en el arma encontrada junto al cadáver de Nisman y después manipular el cargador y las balas con los mismos guantes manchados.
Además, quedó registrado que el perito recibió instrucción de Fein de limpiar la sangre con papel higiénico para descubrir el número de identificación del arma.
Alberto Nisman, fiscal especial en la investigación por el atentado contra la mutualista judía AMIA en 1994, falleció el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar al gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a terroristas.