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“El panel está seguro de que la República Árabe de Siria es responsable del lanzamiento de sarín en Khan Sheikhun el 4 de abril de 2017”, señala el informe.
Al Asad, cuya familia gobierna con mano dura el país desde hace 40 años reiteró que no dimitirá, aunque EE.UU. dice que su presidencia ya no tiene futuro.
Varias potencias occidentales, la oposición siria y países vecinos de Siria acusan a Al Asad de ser responsable de las más de 330.000 muertes que ha dejado la guerra civil iniciada en 2011.
En setiembre pasado, la ONU ya había adelantado que las fuerzas gubernamentales usaron armas químicas más de 20 veces. Pero el régimen lo niega.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) afirmaron que las víctimas del ataque ocurrido en abril presentaban síntomas similares a los de un agente neurotóxico como el gas sarín, que bloquea la transmisión de los impulsos nerviosos y produce convulsiones. En dosis elevadas puede provocar muerte.