Esta terapia no provoca efectos colaterales, no es invasivo y es rápido e indoloro.
Las ondas de choque son ondas acústicas de alta energía, que se aplican en el pene a través de dispositivos específicos, en seis sesiones de unos 10 minutos; estimulando la circulación a través del crecimiento gradual de nuevos vasos sanguíneos, volviendo a la erección espontánea del paciente.
El tratamiento proporciona una clara mejoría en el 70% de los casos. Sin embargo, esta es una técnica emergente y la investigación tiene la tarea de profundizar el mecanismo de acción del método.
