Cargando...
Los Hermanos Musulmanes, simpatizantes del depuesto presidente Mohamed Morsi, intentaron boicotear con actos de violencia la convocatoria a las urnas del actual gobierno egipcio, que autorizó a las fuerzas de seguridad a disparar con armas de fuego contra quienes amenazaran a los votantes.
A causa de los enfrentamientos, algunas sedes electorales debieron cerrar sus puertas en forma temporal, aunque la votación finalmente pudo realizarse en el país con relativa normalidad.
En El Cairo, extensas colas de votantes se formaron ante los colegios electorales, desoyendo el boicot de los Hermanos Musulmanes.
Los enfrentamientos entre los militantes de la Hermandad y las fuerzas de seguridad provocaron al menos once muertos, pertenecientes a la organización musulmana que aún reivindica al gobierno de Morsi.
El mayor número de víctimas se registró en Sohag, en el Alto Egipto, donde los muertos fueron seis, según los medios de comunicación locales.
Los simpatizantes de la Hermandad murieron al ser alcanzados por el fuego disparado por las fuerzas de seguridad, según el relato de los testigos.
Los episodios de violencia se extendieron a Benu Suef, donde los simpatizantes de Morsi respondieron a los disparos de las fuerzas de seguridad, con un saldo de dos o tres muertos, según las primeras informaciones.
También hubo encuentros violentos en Alessandria, Suez y Shargiya, informaron emisoras radiales locales.
“No a la Constitución de los vampiros”, portaba un cartel una joven durante una manifestación de los simpatizantes de Morsi que desafiaron a las fuerzas de seguridad que habían prohibido las marchas callejeras. Una bomba explotó en Giza, la megalópolis de las Grandes Pirámides, que abraza parte de El Cairo, colocada frente a un tribunal electoral, sin provocar víctimas.
Hubo orden de “abrir fuego”
El Ministerio de Interior, a media jornada electoral, anunció que había ordenado el despliegue de las fuerzas de intervención rápida con la orden de “ abrir fuego contra quienes intenten agredir a los votantes”.
El despliegue incluyó a 250.000 policías y miembros de las fuerzas de seguridad, que salieron a las calles con el apoyo de los helicópteros de combate Apache.
Los lugares de votación permanecerán habilitados otras 24 horas, confirmaron las autoridades egipcias.