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Portavoces del Ministerio de Exteriores de Argentina manifestaron que el gobierno del presidente Néstor Kirchner insistirá, al igual que sus antecesores, en mantener en la agenda del foro americano el caso de las islas Malvinas, por las que el país libró una guerra con el Reino Unido en 1982.
En la XV Asamblea General de la OEA, celebrada en 1985 en Cartagena, se aprobó un proyecto de resolución que instaba a respetar la postura de la ONU de pedir a Buenos Aires y Londres que diriman sus diferencias de forma pacífica. Veintidós años después, la cuestión de las Malvinas figura nuevamente en el temario de la cita de Panamá.
Otra antigua demanda, la salida al mar de Bolivia, también saldrá a flote en Panamá, aunque el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, ha afirmado que el foro no debe cumplir el papel de mediador en este punto y que el problema debe abordarse de forma bilateral entre Bolivia y Chile.
En el extenso temario que durante tres días se discutirá en Panamá figuran asuntos como la promoción y el fortalecimiento de la democracia, el fortalecimiento institucional y el desarrollo socioeconómico de Haití, la seguridad de los pequeños Estados insulares del Caribe y el apoyo a la acción contra las minas antipersonas en Ecuador y Perú.
Igualmente se debatirá la limitación de gastos militares en las Américas, el apoyo al proceso de paz en Colombia, el problema de los desplazados internos, la situación de los indígenas, de la mujer y de los derechos humanos, así como la lucha contra la delincuencia organizada, entre otros temas.
El eje central de la reunión será Energía para el desarrollo sostenible, lo que cae como anillo al dedo a Brasil, cuyo presidente lidera una intensa campaña internacional a favor de los biocombustibles.
En la XV Asamblea General de la OEA, celebrada en 1985 en Cartagena, se aprobó un proyecto de resolución que instaba a respetar la postura de la ONU de pedir a Buenos Aires y Londres que diriman sus diferencias de forma pacífica. Veintidós años después, la cuestión de las Malvinas figura nuevamente en el temario de la cita de Panamá.
Otra antigua demanda, la salida al mar de Bolivia, también saldrá a flote en Panamá, aunque el secretario general de la OEA, el chileno José Miguel Insulza, ha afirmado que el foro no debe cumplir el papel de mediador en este punto y que el problema debe abordarse de forma bilateral entre Bolivia y Chile.
En el extenso temario que durante tres días se discutirá en Panamá figuran asuntos como la promoción y el fortalecimiento de la democracia, el fortalecimiento institucional y el desarrollo socioeconómico de Haití, la seguridad de los pequeños Estados insulares del Caribe y el apoyo a la acción contra las minas antipersonas en Ecuador y Perú.
Igualmente se debatirá la limitación de gastos militares en las Américas, el apoyo al proceso de paz en Colombia, el problema de los desplazados internos, la situación de los indígenas, de la mujer y de los derechos humanos, así como la lucha contra la delincuencia organizada, entre otros temas.
El eje central de la reunión será Energía para el desarrollo sostenible, lo que cae como anillo al dedo a Brasil, cuyo presidente lidera una intensa campaña internacional a favor de los biocombustibles.