Cargando...
Convertir el CO2 en un sólido puede ser un enfoque más sostenible al utilizado hasta ahora, ya que este gas solo se podía pasar a sólido a temperaturas extremadamente altas.
Para ello, los científicos han utilizado metales líquidos que permiten convertir el dióxido de carbono en carbón sólido, en lo que han considerado un avance de importancia mundial, porque elimina de manera segura y permanente los gases de efecto invernadero que contribuyen al calentamiento global.
Hasta ahora las tecnologías para captar y almacenar el carbono se centraban en comprimir el CO2 en una forma líquida, transportarlo a un sitio adecuado e inyectarlo bajo tierra, una técnica que se ha visto amenazada por la viabilidad económica y las preocupaciones ambientales sobre posibles fugas en los sitios de almacenamiento.