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“Obviamente estamos decepcionados por que no hayamos podido lograr un acuerdo. Hemos trabajado muy duro y presentamos una lista revisada con la que pensábamos que la mayoría de los países podía vivir”, dijo la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, quien presidió la reunión junto con el representante de Comercio Exterior de Estados Unidos, Michael Froman.
Según la política sueca, “China presentó muy tarde una lista que partió de otro punto y contenía muchos cambios”, lo que hizo “imposible” trabajar en “pocas horas” en un acuerdo.
Los bienes que forman parte de esta negociación incluyen los que sirven para la generación de energía limpia y renovable, para la lucha contra la contaminación ambiental y acústica, la gestión de desechos, el tratamiento de aguas residuales, la medición de la calidad del aire y que favorecen la eficiencia energética.
La UE y los otros diecisiete miembros de la OMC comenzaron a negociar en 2014 un acuerdo sobre una lista con tecnologías limpias y productos como maquinaria de reciclaje que contribuye a la eficiencia energética, turbinas eólicas, paneles solares, termostatos que controlan la contaminación del aire o bombas de calor.
Malmström explicó que China eliminó de la lista “cosas importantes”, como las turbinas eólicas, los termostatos y la mayoría de bombas y válvulas, una “prioridad para la mayoría”.
Solo China apoyó su propia lista, que incluyó bicicletas eléctricas, en tanto que la UE no quiere ver allí ni bicicletas ni bicicletas ensambladas, una línea roja por el elevado nivel de desempleo en el sector y la sobrecapacidad china.
La lista final de los productos ecológicos a liberalizar y el calendario para la eliminación gradual de los aranceles siguen siendo las principales cuestiones pendientes para cerrar un acuerdo.