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BRUSELAS (EFE).“Estamos entrando en un periodo crucial. Tenemos por delante dos semanas cruciales, en las que intentaremos encontrar el terreno común para lograr un buen acuerdo”, dijo Mogherini, quien subrayó que una parte de esas conversaciones se desarrollarán esta tarde en Bruselas.
La también vicepresidenta de la Comisión Europea (CE) se reunió con el titular de Exteriores iraní, Mohamad Yavad Zarif, junto a los jefes de la diplomacia de Francia, Alemania y Reino Unido.
Zarif llegó a la capital comunitaria desde Lausanne (Suiza) donde los contactos entre Irán y los representantes del Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania) se han intensificado en las últimas semanas de cara a llegar a un acuerdo sobre el programa nuclear iraní antes del 31 de marzo, fecha que se han impuesto las partes para conseguirlo.
En esa ciudad suiza se reunieron por la mañana Zarif y el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, para intentar avanzar en esas negociaciones que se prolongan ya desde hace más de una década, y que sientan en la misma mesa a Irán y EE.UU., que no mantienen relaciones diplomáticas desde 1980.
Por su parte, el titular de Exteriores alemán, Frank Walter Stenmeier, indicó que en las actuales conversaciones “la cuestión es si se logra o no un acuerdo en breve”.
Señaló que aunque en Estados Unidos “hay diferentes opiniones” al respecto, él opina que “si hay una oportunidad de poner fin a esto después de más de 10 años, deberíamos aprovecharla”.
Garantías para levantar sanciones
“Creo que estamos en una ruta muy favorable, tenemos la voluntad de Estados Unidos y también Europa de avanzar, sobre todo de Estados Unidos que quiere avanzar” en este asuntos, señaló el ministro de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, a su llegada también a la reunión de los Veintiocho.
Asselborn se refirió a las sanciones europeas que pesan contra Teherán y señaló: que “Sabemos muy bien que para desbloquear la situación también hay que desbloquear las sanciones”.
Indicó que esa negociación llegará después de que “Irán pruebe que el enriquecimiento de uranio es controlado por las instancias competentes” y de que se reconstruya la confianza entre ambas partes.
El jefe de la diplomacia belga, Didier Reynders, apuntó que la gran dificultad en los acuerdos con Irán es poder avanzar en una serie de elementos de fondo, sobre todo lo nuclear, en especial “la capacidad de controlar lo que pasa realmente sobre el terreno. Ahí es donde sigue habiendo dificultades”.
El ministro de Exteriores británico, Philip Hammond, señaló por su parte que se registran avances, “pero todavía quedan muchos progresos por hacer, se ha avanzado en algunas áreas y en otras hay que hacerlo todavía”.
Reconoció, no obstante, que “las conversaciones actuales muestran el compromiso de todas las partes para alcanzar un acuerdo”.