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WASHINGTON/BUENOS AIRES (AFP). El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó en junio pasado un acuerdo stand-by con Argentina a tres años por US$ 50.000 millones, del cual ya recibió 15.000 millones, en medio de una estampida cambiaria que comenzó en abril y se agravó en los últimos días, atizada por el impacto de la crisis de Turquía en las monedas de países emergentes.
El derrumbe de la moneda argentina, de más del 50% desde enero, estimuló la inflación que cerrará cerca del 40% en 2018, con lo cual el poder adquisitivo de los argentinos va cayendo.
El ministro argentino de Hacienda, Nicolás Dujovne, declinó especificar el monto que el gobierno del presidente Mauricio Macri pretende recibir en la revisión del programa.
Dujovne rechazó que esté negociando fondos adicionales con el FMI, y aseguró que ve con “enorme confianza el avance alcanzado” en estos días tras las recientes medidas de consolidación fiscal.
¿Por qué el futuro prometedor se tornó en incertidumbre?
Tras más de una década de proteccionismo (gobierno del kirchnerismo), Argentina esperaba consolidar en 2018 la recuperación económica iniciada el año anterior con las políticas aperturistas del presidente Mauricio Macri.
Pero poco después el viento giró y se hizo añicos la previsión presupuestaria de 3,5% de crecimiento en el año.
Argentina seguía gastando más de lo que le ingresaba y hasta entonces se había defendido con inversiones de capitales “golondrina” que adquirieron sus apetecibles letras del Banco Central, con importantes rendimientos en pesos que inmediatamente se cambiaban a dólares.
A partir de abril el alza de tasas en EE.UU. y un nuevo impuesto a las letras argentinas empujaron la desbandada de esos capitales.
Los argentinos, que han padecido varias megadevaluaciones y se acostumbraron a refugiarse en el dólar como medio de ahorro, siguen con angustia el colapso de su moneda.
Impacto regional
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, dijo este lunes que su país está “muy sólido” ante la crisis en Argentina, en tanto la vicepresidenta Lucía Topolansky calificó de “brutal” el acuerdo entre Buenos Aires y el FMI.
El mandatario buscó transmitir “total tranquilidad” a los uruguayos, señalando que “Uruguay está muy sólido desde el punto de vista financiero y económico” y sostuvo que “va a seguir creciendo”.
Uruguay es altamente dependiente del turismo argentino.
En Bolivia, el presidente Evo Morales reunió a su equipo económico para determinar de qué manera actuar ante los efectos de la crisis financiera argentina.
Morales anunció que también prevé llamar a reuniones a representantes de la banca y de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB) para afrontar sus eventuales efectos en el país, y dijo que “ahora muchos argentinos prefieren ahorrar en moneda boliviana en vez de pesos”.