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PARÍS (AFP). Los inversores reaccionaron con temor a las noticias de la caída en las bolsas de valores de China continental, que alienta las inquietudes sobre la economía de ese país, uno de los pulmones del crecimiento económico mundial.
Pero más allá de China, todo el panorama económico global está lleno de interrogantes. Uno de los gurús de la finanza mundial, el multimillonario estadounidense George Soros, habló incluso de una nueva crisis como la de 2008.
“China tiene un gran problema de ajuste”, declaró Soros en Sri Lanka. “Yo diría que se trata de una crisis real. Cuando observo los mercados financieros, veo una situación grave que recuerda la crisis que tuvimos en 2008”, afirmó.
Ayer fue la segunda vez esta semana que se activó el mecanismo de cierre de las cotizaciones en las bolsas chinas, que ya obligó el lunes a suspender antes de tiempo las sesiones en las bolsas de Shanghái y Shenzhen.
Sin embargo, China anunció horas más tarde que suspenderá a partir del viernes este sistema automático que interrumpe las cotizaciones en caso de variación del 7% de la bolsa. Ello se produce tras “evaluar que sus efectos negativos son más importantes que los positivos”, según indicó la autoridad de supervisión de mercados.
El cierre de las bolsas se había producido menos de media hora después de que empezara la sesión, cuando el índice de Shanghái caía 7,32% y el de Shenzhen perdía 8,35%.
Depreciación del yuan
Las bolsas chinas cayeron después de que las autoridades volvieran a bajar la cotización de referencia del yuan frente al dólar en 0,51%, hasta 6,5646 yuanes por dólar, la tasa más baja desde marzo de 2011.
Como ya ocurrió el lunes, el desplome tuvo ayer repercusiones en las demás plazas mundiales.
En Asia, cayeron las bolsas de Tokio (-2,33%) y Hong Kong (-3%), mientras que en Europa, París cerró con una caída de 1,72%, Londres con una baja de 2% y Fráncfort 2,4%. Madrid cayó un 1,50%, Milán un 3,85%.
Wall Street cerró también ayer con fuertes pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cayó un 2,32 %, y el índice compuesto del mercado Nasdaq cayó un 3,03 %.
El petróleo, cuya oferta sigue muy abundante, también operaba a la baja ayer. El Brent y el WTI operaban cerca de los 33 dólares por barril, marcando mínimos en 11 y 7 años respectivamente.
Nuevas amenazas
Dicha agitación en los mercados también afectó al dólar, que cayó frente al yen y ha sido especialmente perjudicial para monedas de países emergentes como el peso mexicano o rand de Sudáfrica.
El miércoles, la moneda mexicana tocó un mínimo histórico obligando al banco central a intervenir.
El hundimiento de las bolsas chinas coincide con la preocupación sobre el freno del crecimiento de la segunda economía mundial y con el debilitamiento de su moneda, el yuan (llamado también renminbi).
El banco central chino prevé que el crecimiento en China en 2015 sea del 6,9%, su nivel más bajo en los últimos 25 años.
La situación económica china preocupa en todo el mundo a pesar de que los grandes bancos centrales del planeta han inundado los mercados de liquidez con sus políticas monetarias ultraflexibles.
“Estamos obsesionados por China, por las relaciones irano-saudíes, por Corea del Norte, por los precios del petróleo”, resumía Simon Smith, analista de cambios londinense en FxPro.
El ministro británico de Finanzas, George Osborne, también expresó su pesimismo. “El año pasado fue el peor para el crecimiento mundial desde el ‘crash’ y este año empieza con un cóctel peligroso de nuevas amenazas”, dijo el funcionario.