Cargando...
“Lava Jato” (lavadero de autos) reveló en 2014 la existencia de una red de sobornos pagados por empresas constructoras a políticos y partidos para ganar licitaciones en la petrolera estatal.
Según el Ministerio Público, el esquema de sobornos –montado bajo la presidencia de Lula da Silva y que funcionó mientras Dilma Rousseff presidía el directorio de la empresa– prosiguió hasta 2016, dos años después de iniciada la investigación.
Lula y Rousseff están entre los investigados en el megafraude.
La causa judicial puso a temblar a “intocables” de la política, y envió tras las rejas, además de Odebrecht y Dirceu, a exsenadores, exdiputados y empresarios, entre ellos el expresidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, condenado a 15 años de cárcel por corrupción; y Delcidio Amaral, exlíder de la bancada del Partido de los Trabajadores (PT).
Se detectaron desvíos por más de 2.000 millones de dólares, aunque estimaciones de los propios investigadores señalan que el dinero defraudado llegaría a los 8.000 millones de dólares, en lo que es el mayor esquema de corrupción en la historia de ese país.
Nueva fase
En el marco de una nueva fase de la operación “Lava Jato” fueron detenidos ayer dos exgerentes de Petrobras sospechosos de haber recibido más de US$ 31 millones en sobornos de empresas contratadas por la petrolera estatal.