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Según la investigación del juez Sergio Moro, que lleva la causa de los fraudes en Petrobras, Lula recibió dinero de las empresas involucradas en el caso de corrupción, directamente o a través de su fundación el Instituto Lula y de una empresa suya (LILS Palestras).
Estos entes, a su vez, realizaron entregas de dinero a empresas de sus hijos entre 2011 y 2014.
El Instituto Lula entregó unos 1.350.000 reales (364.500 dólares) a la empresa G4 Entretenimiento y Tecnología Digital (hoy, Gamecorp), una empresa de su hijo mayor, Fabio Luis Lula da Silva, de quien se habla con mayor detalle más adelante en esta nota.
La empresa Flexbr Tecnología (que tiene la misma dirección que la empresa G4) y tiene como socios a otros hijos de Lula, como Marcos Claudio Lula da Silva y la nuera Marlene Araújo Lula da Silva, recibió del Instituto Lula y de LILS 186.600 reales.
Y, al hijo Luis Claudio Lula da Silva, LILS le pasó 227.100 reales.
Pero, el caso emblemático en la familia Lula da Silva es el hijo mayor del exmandatario Fabio Luis Lula da Silva, conocido como “Luliña” quien, de simple empleado de un zoológico pasó a empresario multimillonario en un par de años, durante el primer mandato de su papá, como se lee en la revista Veja.
Integró, junto con dos amigos, la empresa Gamecorp, y un año después, en 2005, la empresa de telecomunicaciones Telemar (hoy llamada Oi) pagó por participar en la firma del primogénito de Lula, la suma de 5 millones de reales (1.350.000 dólares).
En octubre de 2006, un periodista preguntó al presidente Lula da Silva, al existir la sombra de duda sobre un posible pago encubierto de influencias, si no encontraba excesivamente generosa la propuesta hecha a Luliña por la compañía telefónica, a lo que Lula respondió: “¿Qué culpa tengo yo si mi hijo es el Ronaldiño de los negocios?”.