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El grupo de la lideresa de la oposición catalana, Inés Arrimadas, de Ciudadanos, ganó las elecciones regionales de Cataluña, con 37 bancas, seguida por la agrupación separatista Junts per Catalunya, del expresidente regional Carles Puigdemont, con 34 bancas en el Parlament.
No obstante, la suma de los grupos separatistas suma 70 bancas, logrando la mayoría en el parlamento regional, donde se necesitan 68 puestos.
Las otras fuerzas ultranacionalistas obtuvieron: Esquerra Republicana (ER), 32 curules y la CUP, 4.
El movimiento separatista catalán vio reducido el respaldo popular en estas elecciones, tras intentar declarar la independencia ilegalmente en octubre pasado.
Las agrupaciones ultranacionalistas, constituidas por conservadores (Junts per Catalunya) y filocomunistas (ER y CUP), obtuvieron menos del 48% del voto popular.
Polarización
Se confirma que los separatistas son una minoría en la sociedad catalana, pero con una segmentación lo suficientemente pareja entre ambas posturas para mantener la incertidumbre sobre este tema.
Las agrupaciones constitucionalistas, es decir a favor del respeto a la Constitución española, que no permite una separación unilateral de ninguna de sus regiones, incluyen al Partido de los Socialistas de Cataluña (17 bancas), el filocomunista CatComú-Podem (8 bancas) y los conservadores del PP (3 bancas).
Los ultranacionalistas tenián en el anterior periodo 72 puestos en el congreso regional, por lo que perdieron 2 bancas.
Los grandes triunfadores son los liberales de Ciudadanos, que de 25 bancas pasaron a 37.
Los grandes perdedores son los comunistas (de 10 pasaron a 4) y los conservadores, que de 11 bancas pasaron a tener 3.