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CABO CAÑAVERAL, Estados Unidos (AFP). Gritos y vítores estallaron en la base de Cabo Cañaveral, Florida, cuando el enorme cohete encendió sus 27 motores y se separó en medio de una enorme nube de la misma plataforma de lanzamiento de la NASA que sirvió como base para las misiones estadounidenses a la Luna hace cuatro décadas.
“¿Vieron eso? ¡Fue increíble!”, dijo la comentarista de SpaceX, Lauren Lyons, mientras los aplausos retumbaban en el centro de control.
Con el Tesla rojo de Musk a bordo y un maniquí con un traje espacial, el ensayo del enorme cohete capturó la atención del mundo.
La transmisión en directo de SpaceX mostró una imagen del automóvil que viaja al espacio con la frase “No entren en pánico” junto al volante, mientras la canción “Space Oddity” de David Bowie sonaba de fondo.
Sin embargo, no están claras las condiciones actuales del coche, que atravesará sin protección las duras condiciones del espacio. Si el Tesla sobrevive, podría entrar en la órbita Marte-Tierra alrededor del Sol, en un viaje que podría durar miles de millones de años, explicó SpaceX.
El despegue se realizó a las 20:45 GMT, solo 15 minutos antes de que se cerrara la ventana de lanzamiento, tras ser postergado en dos ocasiones debido a los fuertes vientos.
Asimov a bordo
El coche llevaba instaladas tres cámaras y una unidad de alta capacidad de almacenamiento con la serie de libros de ciencia ficción de Issac Asimov “Trilogía de la Fundación”, que el autor estadounidense de origen ruso escribió entre 1951 y 1953.
Cuando llevaba dos minutos de vuelo, dos cohetes lanzadores se separaron y regresaron a la Tierra, aterrizando perfectamente en vertical, uno junto al otro, según mostró SpaceX en la transmisión en vivo. El tercer cohete propulsor debe aterrizar en una plataforma marina.
Según analistas, La NASA está especialmente interesada en esta prueba, pues podría considerar usar el Falcon Heavy para acelerar sus planes de volver a la Luna.