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“Al exponer a la humillación pública al diplomático Eduardo Saboia, el gobierno brasileño se curva, una vez más, a las conveniencias ideológicas y, lo que es aún más grave, abandona las mejores tradiciones de nuestra diplomacia”, dijo Aecio Neves, titular del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB).
El exministro de Relaciones Exteriores Celso Lafer sostuvo que el joven diplomático Saboia “sintió que le correspondía asumir la responsabilidad (de colaborar con el escape del dirigente boliviano) en lugar de actuar burocráticamente, siguiendo órdenes” emanadas de Brasilia.
Lafer elogió el comportamiento de Saboia y recordó el caso histórico del exdiplomático brasileño en Francia, Luis Martins de Sousa Dantas, quien en 1940 libró salvoconductos irregulares para permitir la fuga de judíos y homosexuales perseguidos por el nazismo.
Saboia declaró que colaboró con la huida del senador opositor boliviano por entender que su estado de salud y emocional se habían deteriorado tras 454 días de permanencia dentro de la Embajada en La Paz.
Varias agrupaciones opositoras cuestionaron el comportamiento del Gobierno ante Saboia, entre ellos el Partido Popular Socialista, el Partido Demócratas y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña.