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Ni la gobernante socialdemocracia del primer ministro y ex obrero metalúrgico Stefan Lofven y sus aliados ecologistas, ni los conservadores de Moderate y los democristianos estaban en condiciones de formar gobierno escrutados el 90% de los distritos; resultados que anticipan intensas negociaciones para tratar de formar gobierno entre socialdemócratas y ecologistas de un lado con el centro y derecha moderada en el otro.
La socialdemocracia obtenía 28,3% de votos –3% menos que hace cuatro años– mientras los conservadores de Ulf Kristersson sumaban 19,8% de sufragios, con una caída similar. En cuanto a los ultraconservadores del Partido de los Demócratas, al que sondeos anticipan que iba a obtener 20 o incluso 25% de sufragios, los resultados parciales le adjudican 17,9%, lo que de todas formas implica un progreso de 4 puntos respecto de 2014.
Stefan Lofven había advertido que “los socialdemócratas, y un gobierno conducido por estos, son la garantía de que los Demócratas de Suecia, un partido extremista y racista, no tengan influencia en el ejecutivo”.
Suecia, con 18,5% de sus habitantes nacidos en el extranjero, registró 160.000 solicitudes de asilo en 2015, la mayor proporción en Europa respecto al número de habitantes. Desde 2012 ha recibido 400.000 pedidos de asilo en total.