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CIUDAD DEL VATICANO (AFP). El tribunal estará a cargo de una sección de la Congregación para la Doctrina de la Fe, según explicó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
El Papa introdujo el delito de “abuso de poder episcopal”, el cual tuvo que ser revisado, pues si bien existía en el derecho canónico no había mecanismos para encarar esos casos, agregó el vocero papal.
Las denuncias deberán ser hechas a la Congregación para los Obispos, a la Congregación para la Evangelización de los pueblos y a la congregación para las Iglesias Orientales, según estableció el Papa.
Una medida necesaria
Se trata de una reforma importante que busca mostrar el compromiso de Francisco en la lucha contra la pederastia de eclesiásticos.
El Papa fijó un plazo de cinco años para evaluar la eficacia del tribunal.
Francisco creó el año pasado una comisión, formada por 17 personas de distintas nacionalidades y varios laicos, entre ellos representantes de las víctimas, para luchar contra el encubrimiento de abusos, una práctica corriente hasta hace pocos años dentro de la Iglesia católica.
La comisión de expertos, presidida por el cardenal estadounidense Sean O’Malley, elaboró la propuesta, que fue aprobada por el papa.
Críticas
La creación del tribunal era una de las medidas exigidas por las asociaciones de víctimas, que en los últimos meses han protestado por el nombramiento del obispo chileno Juan Barros en Osorno y del cardenal australiano George Pell, actual prefecto de la Secretaría para la Economía del Vaticano.
El cardenal Pell fue acusado de haber tratado de comprar el silencio de una víctima que había sido abusada por un cura de su diócesis en la década del 80 y su mantenimiento en el influyente cargo de as de las finanzas vaticanas fue cuestionado inclusive por un importante miembro de la comisión pontificia contra la pederastia.
Compromiso papal
En febrero pasado Francisco instó en una carta solemne a los obispos de todo el mundo –cerca de 5.000– a no encubrir por ningún motivo casos de pederastia, un fenómeno que afecta en manera diferente a la Iglesia de todos los continentes.
El tema de los abusos sexuales a menores cometidos por décadas por curas es el más delicado y complejo para la jerarquía de la Iglesia católica, acusada de haber encubierto durante largo tiempo a curas pederastas, en particular transfiriéndolos de sus cargos y desoyendo y minimizando las quejas de las víctimas.
En los últimos 20 años han sido denunciados miles de casos de abusos sexuales a niños y adolescentes por parte de curas, en particular en Irlanda y Estados Unidos, en general cometidos entre los años 1960 y 1990.