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Eugenia Ravasco (1845-1900) fundó a los 23 años la congregación religiosa de las hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, dedicada a los jóvenes.
Su causa fue presentada en 1948 y el 5 de julio de 2002 Juan Pablo firmó el decreto de aprobación del milagro atribuido a la madre Ravasco, la curación de una niña boliviana, Eilen Natalí Jiménez Cardozo.
Ravasco nació en Milán (norte de Italia) el 4 de enero de 1845, como una de las seis hijas de un banquero, Francesco Matteo. Perdió a su madre y padre en 1952 y 1955 respectivamente, por lo que fue criada por su tío Luigi Ravasco, quien se ocupó de la educación de sus sobrinos huérfanos.
Desde su infancia se consagró a los pobres y descubrió su vocación religiosa en 1863. En 1868 fundó la congregación de las hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María y más tarde una escuela normal para formar maestras cristianas. Murió en Génova el 30 de diciembre de 1900.
El papa, asistido por el cardenal Camillo Ruini, celebró la ceremonia en la plaza San Pedro, donde se hicieron presentes decenas de miles de personas bajo un cielo encapotado.
Los retratos de los seis religiosos beatificadas, todos italianos, con excepción de Marco d’Aviano, colgados en las fachadas de la basílica San Pedro, fueron entonces desvelados al público que los aplaudió con fervor y recogimiento.
Con voz segura, el Papa evocó ampliamente la vida y labor de cada uno de ellos.
Al citar el ejemplo de Marco d’Aviano, el Papa afirmó que en estos años en que se abren nuevas perspectivas de cooperación para el continente europeo ‘‘su unidad será más sólida si está basada en raíces cristianas comunes’’.
Giacomo Alberione (1884-1971) fundador del semanario Famiglia Cristiana, fue saludado por Juan Pablo II como un bienaventurado que sintió la necesidad de hacer conocer Jesucristo ‘‘a los hombres de nuestro tiempo con los medios de nuestro tiempo’’.
Los otros beatificados son María Cristina Brando (1856-1906), María Domenica Mantovani (1862-1934) y Giulia Salzano (1846-1929), fundadoras de congregaciones o de instituciones al servicio de jóvenes o de enfermos.
El papa Juan Pablo II en sus 25 años de pontificado ha beatificado a 1.316 personas y canonizado a 465 santos.
Su causa fue presentada en 1948 y el 5 de julio de 2002 Juan Pablo firmó el decreto de aprobación del milagro atribuido a la madre Ravasco, la curación de una niña boliviana, Eilen Natalí Jiménez Cardozo.
Ravasco nació en Milán (norte de Italia) el 4 de enero de 1845, como una de las seis hijas de un banquero, Francesco Matteo. Perdió a su madre y padre en 1952 y 1955 respectivamente, por lo que fue criada por su tío Luigi Ravasco, quien se ocupó de la educación de sus sobrinos huérfanos.
Desde su infancia se consagró a los pobres y descubrió su vocación religiosa en 1863. En 1868 fundó la congregación de las hijas de los Sagrados Corazones de Jesús y María y más tarde una escuela normal para formar maestras cristianas. Murió en Génova el 30 de diciembre de 1900.
El papa, asistido por el cardenal Camillo Ruini, celebró la ceremonia en la plaza San Pedro, donde se hicieron presentes decenas de miles de personas bajo un cielo encapotado.
Los retratos de los seis religiosos beatificadas, todos italianos, con excepción de Marco d’Aviano, colgados en las fachadas de la basílica San Pedro, fueron entonces desvelados al público que los aplaudió con fervor y recogimiento.
Con voz segura, el Papa evocó ampliamente la vida y labor de cada uno de ellos.
Al citar el ejemplo de Marco d’Aviano, el Papa afirmó que en estos años en que se abren nuevas perspectivas de cooperación para el continente europeo ‘‘su unidad será más sólida si está basada en raíces cristianas comunes’’.
Giacomo Alberione (1884-1971) fundador del semanario Famiglia Cristiana, fue saludado por Juan Pablo II como un bienaventurado que sintió la necesidad de hacer conocer Jesucristo ‘‘a los hombres de nuestro tiempo con los medios de nuestro tiempo’’.
Los otros beatificados son María Cristina Brando (1856-1906), María Domenica Mantovani (1862-1934) y Giulia Salzano (1846-1929), fundadoras de congregaciones o de instituciones al servicio de jóvenes o de enfermos.
El papa Juan Pablo II en sus 25 años de pontificado ha beatificado a 1.316 personas y canonizado a 465 santos.