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Las mismas redes que en el pasado fueron utilizadas para atraer a nuevos combatientes, ahora son empleadas por los yihadistas para ofrecer a esclavas adolescentes, junto con manuales explicativos de cómo y en qué circunstancias se puede “golpear a una esclava”.
“A quién esté interesado en comprar una esclava, esta cuesta 8.000 dólares”, propone Abu Assad Almani, el titular de la cuenta en Facebook.
Las esclavas son violadas y vendidas. Y, para mayor tragedia de esas mujeres, aquellas que logran escapar no pueden reintegrarse a una vida normal, porque sus familias, en su cultura musulmana, consideran que las violaciones a que fueron sometidas envilece a todo el grupo familiar.
Se estima que el EI ha capturado 1.800 mujeres y niñas yazidíes, el grupo más castigado por los yihadistas a causa de su religión.