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Mariano Rajoy fue el ganador de ambas elecciones, pero no obtuvo la mayoría suficiente para formar gobierno en solitario y el parlamento español quedó más fragmentado que nunca por la aparición de dos partidos nuevos, Podemos y Ciudadanos, que se suman al Partido Popular y el Partido Socialista Español (PSOE).
Su investidura de depende de la abstención de los socialistas ya que le faltan seis diputados para lograr la mayoría absoluta (176) en el Parlamento español, de 350 escaños.
“Haré todo cuanto esté en mis manos para ganarme la gobernabilidad”, dijo Rajoy en busca del consenso.
Ante esta situación, el rey Felipe convocó a los líderes políticos a una nueva ronda de consultas antes de que venza el plazo (31 de octubre) para evitar la celebración de unas terceras elecciones en menos de un año, hecho que todos los partidos prometieron evitar.
Si de la reunión con el rey Felipe sale un candidato el debate en el Congreso tendría lugar en cuatro fechas comprendidas entre el 26 y el 31 de octubre.
Rajoy es el presidente en funciones desde el 21 de diciembre.