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BUENOS AIRES (EFE). “El 27 de octubre vamos a votar por la solución política para que desaparezcan todas las injusticias”, indicó el líder sindical desde un escenario ante miles de camioneros concentrados en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada.
“Así como en algún momento dije que había que votar al Gobierno, hoy les digo que no nos engañen más: las promesas incumplidas, todo esto que el Gobierno quiere hacer aparecer, todas estas bondades que quiere hacer aparecer, son todas mentiras”, remarcó Moyano, quien ayer lideró una jornada de huelga contra las políticas de Fernández.
Al ser consultado por los medios sobre su candidato, el camionero recordó que figura en el 35 lugar de la lista Unión por la Libertad y el Trabajo del peronista disidente Francisco de Narváez y tiene “aspiraciones de ser diputado”.
Moyano acusó a la presidenta de haber “errado el rumbo” y señaló que “a los trabajadores no hay que tenerles miedo, hay que tenerles respeto”, en referencia al vallado de gran parte de la plaza y el fuerte despliegue de seguridad.
El titular de la Central General de Trabajadores (CGT) criticó también algunas políticas sociales de Fernández, quien hoy entregó el portátil número tres millones a un alumno de una escuela pública en la ciudad bonaerense de Pilar.
“¿Qué hacemos dándole una netbook a un chico de la villa? Le estamos diciendo que siga teniendo frío cuando hace frío. Seguí mojándote cuando llueve, pero tenés una netbook... ¡Hay que sacarlo de la villa con una vivienda digna, no con una netbook!”, indicó Moyano.
El paro de camioneros convocado por Moyano ha provocado graves complicaciones en el tránsito de la capital argentina, cancelaciones y fuertes demoras en los servicios de transporte público de larga distancia y desabastecimiento de combustible en numerosos puntos del país.
Además, las grandes ciudades argentinas han amanecido con montañas de basura en las calles por la interrupción del sistema de recogida de residuos y cientos de quioscos han optado por cerrar debido a los problemas de distribución de la prensa.
El distanciamiento de Moyano, que fue uno de los más importantes aliados del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007), se agudizó en vísperas de las elecciones presidenciales de 2011 y se agravó en 2012, con la fragmentación de la CGT, la mayor central obrera del país, entre “moyanistas” y “kirchneristas”.