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El texto, que insta a poner fin al embargo –impuesto en 1960– fue adoptado por una mayoría de 191 Estados a favor, con las abstenciones de EE.UU. e Israel.
Sin embargo, esta abstención “no quiere decir que EE.UU. esté de acuerdo con las políticas y todas las prácticas del Gobierno cubano”, señaló la embajadora estadounidense ante la ONU, Samantha Power.
Se trata de la 25ª vez en que la Asamblea General aprueba la resolución presentada por Cuba.
La abstención de Washington está en línea con los llamados del presidente Barack Obama al Congreso, de mayoría opositora, a que levante el embargo, en el marco de la normalización de las relaciones bilaterales.
Estados Unidos restableció las relaciones diplomáticas con Cuba en 2015, y Obama realizó una visita a la isla en marzo de 2016.
Pero el restablecimiento completo de los lazos comerciales con Cuba necesita la aprobación del Congreso estadounidense.