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Los peregrinos afluyeron hacia las aguas antes del amanecer, conducidos por gurús con el cuerpo recubierto de ceniza, para celebrar un baño que según la creencia los lava de sus pecados.
La concurrencia era tal que ayer por la mañana había 40 millones de personas en Allahabad, una ciudad que en tiempos normales tiene una población de 1,2 millones.
Unos veinte millones se habían concentrado en la inmensa zona reservada a los peregrinos, en las orillas del río sagrado, precisó Ashok Sharma, uno de los portavoces del festival.
Miles de policías y de voluntarios encargados de dirigir a toda esta marea humana pedían a los peregrinos que se bañaran rápidamente en el agua gélida, para dejar espacio a los siguientes.
Los baños tienen lugar en la confluencia de tres ríos sagrados: el Ganges, el Yammuna y Saraswati. Los peregrinos creen que bañarse en estas aguas los limpia de sus pecados y los libera del ciclo de las reencarnaciones.
La fiesta tiene su origen en la mitología hindú, que cuenta que algunas gotas del néctar de la inmortalidad cayeron en las cuatro ciudades que acogen la celebración: Allahabad, Nasik, Ujjain y Haridwar.
A pesar de la hora temprana y la temperatura glacial del agua, por cierto muy contaminada, los peregrinos dijeron estar regenerados por la experiencia.
Sucesos fatales
Al menos 20 personas murieron al colapsar una pasarela de trenes en la plataforma de una estación ferroviaria en la ciudad de Allahabad, indicó la prensa local.
El accidente ocurrió cuando miles de peregrinos que habían participado del festival religioso Kumbh Mela se agolpaban para retornar a sus hogares en los trenes de Ferrovías Indias, añadió la fuente.
El pánico causó una “avalancha” de personas.