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“No vamos a depender de un solo país nunca más”, afirmó el diplomático en una entrevista con Efe, días antes de la presentación en España de Pro Cuba, agencia del Gobierno comunista para promover las inversiones en la isla.
Martínez recordó que tras la caída de la Unión Soviética, Cuba perdió el 35% de su producto interior bruto y el 75% de su comercio exterior; “de eso aprendimos que tenemos que diversificar nuestros mercados”, añadió.
Entre los sectores más propicios para la inversión extranjera, el embajador señaló el de la energía –sobre todo la renovable–, el turismo –donde hubo un incremento del 18% en el último año– y el agroalimentario.
Eficacia y productividad
El objetivo es atraer tecnología de punta, capital y técnicos de administración de empresas para aumentar la eficacia y la productividad.
Necesitan, según el embajador, más producción de energía, aumentar las habitaciones de hotel y las infraestructuras e incrementar la producción agroalimentaria, debido al crecimiento de la demanda.
Al ser preguntado por la necesidad de reformas en Cuba para adaptarse a la nueva situación económica y facilitar la inversión extrajera, el embajador afirma que no hablaría de reformas pero sí de “ganar más agilidad”.
Recordó que en el último congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), clausurado hace algunos días, Raúl Castro reconoció como principales obstáculos para las reformas “la rutina, la inercia y que no ha habido un cambio de mentalidad” para facilitar las reformas ya aprobadas.