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CARACAS (EFE). Las tensiones políticas en Venezuela arreciaron tras la suspensión del proceso de referendo revocatorio que la oposición impulsa contra el presidente Nicolás Maduro, por fallos judiciales que anularon un recaudo de firmas necesario para activar la consulta.
El presidente Maduro y sus tres delegados se sentaron a conversar el secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, y otros cuatro representantes de la oposición, acompañados por enviados del Vaticano y de una comisión de exgobernantes de Unasur.
No asistió el partido del opositor preso Leopoldo López.
“Ningún pueblo puede resolver sus tensiones con la violencia”, dijo el enviado especial del papa Francisco, monseñor Emil Paul Tscherrig.
Por su parte, Maduro dijo que le tendía la mano a la oposición para conversar, al expresar su “compromiso total” con el diálogo.
“Hagamos el mejor de nuestros esfuerzos para avanzar de manera progresiva y sostenida”, agregó el presidente socialista.
La MUD informó, previo al encuentro, que la reunión forma parte de la ronda exploratoria y no es el inicio formal del diálogo con el Gobierno.
Y que, además, concurren a la cita “en función de cumplir con la invitación del Vaticano para avanzar en la conformación de un espacio de diálogo que permita dar soluciones crisis del país”.
Los partidos que han decidido ir a la mesa de diálogo se comprometen a “exigir el fin de la represión y la persecución” , así como “a levantarse del espacio de diálogo en caso de no ser resueltas las demandas en el corto plazo”.
El secretario de la MUD, Jesús Torrealba, indicó que este acercamiento demostró que el diálogo es un escenario más de lucha.