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Tres diplomáticos japoneses visitaron al ex presidente peruano Alberto Fujimori en su lugar de detención, dijeron hoy fuentes oficiales.
Los funcionarios de la Embajada japonesa en Santiago de Chile verificaron las condiciones de salud y de detención del ex mandatario.
"Fujimori está bien", dijo en rueda de prensa Yasuhisa Shiozaki, un funcionario de la Cancillería japonesa.
"El Gobierno de Japón, si hubiera podido conocer esta salida, habría informado al Gobierno chileno", aclaró el embajador.
"Para ustedes, supongo, este señor es el anterior presidente de la República del Perú, pero para el Gobierno de Japón es un ciudadano japonés, nada más; él no ha hecho ninguna delincuencia en Japón, por lo tanto para salir del Japón no hay ninguna restricción. Yo mismo no supe hasta que observé la televisión local de este país y me sorprendí mucho", afirmó el diplomático.
En Perú, el ex gobernante y candidato presidencial Valentín Paniagua sostuvo que Fujimori debe ser juzgado como peruano y rechazó cualquier intervención en el caso, como la de Japón.
"Quien viaja con un pasaporte exhibe una nacionalidad y es esa nacionalidad a la luz de la cual tiene que juzgársele", declaró Paniagua en relación con el deseo de Fujimori de ser reconocido en Chile, donde está detenido, como ciudadano japonés.
CRITICAN INTROMISION DE JAPON
Los principales partidos políticos peruanos calificaron de "intromisión" este jueves el interés de Japón por el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), detenido en Chile con fines de extradición desde el lunes.
Representantes del oficialista Perú Posible y de los opositores Acción Popular y la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA, socialdemócrata) rechazaron las gestiones a favor de Fujimori, que es también japonés.
La Embajada japonesa en Santiago pidió auxiliar a Fujimori, invocando los convenios de Viena en cuanto a asistencia consular a connacionales. Una delegación visitó el miércoles al ex presidente.
La gestión despertó de inmediato el temor de los peruanos de que se esté buscando una eventual repatriación a Tokio del ex mandatario, en medio de la campaña electoral en Perú, donde habrá elecciones en abril de 2006.