Fuerzas gubernamentales libias en lento avance contra Haftar

Por todas partes, al sur de Trípoli, se ven columnas de humo. Las tropas leales al Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), que lanzaron hace 10 días una contraofensiva para frenar a las fuerzas del mariscal Haftar, tienen un objetivo, simple pero difícil de cumplir: “avanzar”.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2074

Cargando...

ESPIAA, Libia (AFP). En la azotea de una clínica abandonada a las puertas de Espiaa, a unos 40 km al sur de la capital libia, un combatiente con pantalones cortos y camiseta negra, descalzo, deja su lanzacohetes RPG en el suelo. 

Con el dedo señala a lo lejos: “Allí, es el aeropuerto”, el antiguo terminal internacional situado a unos 15 km. 

Inoperativo desde que fue dañado en 2014 en los enfrentamientos entre milicias, constituye un punto estratégico al sur de la capital, donde se producen violentos combates. 

“Y allí, está Espiaa”, añade, señalando el pueblo vecino. 

Las fuerzas pro-GNA contuvieron a las puertas de Trípoli el avance de las tropas del mariscal Haftar, caudillo de la zona este del país, quien lanzó el 4 de abril una ofensiva para apoderarse de la capital, sede del gobierno reconocido por la comunidad internacional. 

Desde el 20 de abril, esta coalición de milicias tripolitanas y de grupos armados procedentes de otras ciudades del oeste frenan lentamente el avance del autoproclamado Ejército Nacional Libio (ENL) de Jalifa Haftar. 

Aunque sigue habiendo combates en los suburbios del sur de Trípoli, sobre todo en Ain Zara, los enfrentamientos se producen mayoritariamente fuera de la ciudad, a unos kilómetros al sur.

“Aviones extranjeros”

En los campos de olivos y palmeras alrededor de Espiaa resuenan salvas de cohetes Grads y ráfagas de armas automáticas, ametralladoras y cañones antiaéreos. 

Se oye el motor de un avión. Desde la azotea de la clínica, los cuerpos de los combatientes se detienen, sus cabezas miran al cielo y buscan el origen del ruido.

“¡Allí!”, dice uno de ellos señalando una forma gris. “Nos bombardean de día y también de noche. Durante el día, son los aviones libios. En la noche, son aviones extranjeros, son más sofisticados, más precisos”, explica. “Aviones emiratíes”, asegura otro. 

El GNA acusa a potencias extranjeras –Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, entre otros– de respaldar militarmente al mariscal Haftar.

Tras la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011, Libia se debate en una guerra civil por consolidar el nuevo poder.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...