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Francia anunció que ha reforzado su dispositivo militar en Malí, donde ya tiene desplegados 1.800 soldados y prevé elevar ese contingente hasta 2.500.
El ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, informó hoy de que con el despliegue de 1.800 soldados prosigue “la progresión de nuestra implantación sobre el terreno”.
Esencialmente, las tropas francesas, que actúan junto con el Ejército regular de Malí, están integradas por fuerzas de infantería, algunas de ellas procedentes del Chad; un escuadrón blindado procedente de Costa de Marfil, y efectivos de las unidades de operaciones especiales, fundamentales en la lucha antiguerrillera y en el combate y sabotaje tras las líneas enemigas.
Un primer contingente de 100 soldados nigerianos y 300 de Togo ha desembarcado en la capital del país a la espera de que se unan el resto hasta conformar un total de 3.300, confirmó la dirección de información del Ejército.
“Queremos abordar rápidamente el despliegue de las tropas para respaldar al ejército maliense, pero también para pasar a la fase de ayuda humanitaria y reforzar el proceso político”, declaró el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara.
Las tropas malienses y francesas de las ciudades de Kona (centro-este) y Diabali (centro) habían sido tomadas por los rebeldes salafistas que controlan desde junio el norte del país.
Ayer, el vicealcalde de la localidad de Kona, en el centro-este de Malí, Mohamed Touré, confirmó a EFE la liberación total de la ciudad que se disputaban desde hace una semana los grupos rebeldes que controlan el norte del país y las fuerzas regulares apoyadas por tropas francesas.
Touré precisó que las fuerzas militares apoyadas por Francia liberaron la ciudad el jueves. “Se ha terminado, por fin somos libres”, subrayó el vicealcalde.
Junto a esta, la otra ciudad importante caída en manos de los rebeldes, Diabali, también fue recuperada por los soldados Malienses y galos. Según habían informado fuentes de seguridad, los asaltantes, que llegaron a Diabali, huyendo de los bombarderos franceses contra la ciudad de Lere, se escondían entre la población de la localidad, de 20.000 habitantes.