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PARÍS (AFP). Durante años Francia fue uno de los países más rigurosos con Asad, considerado como el principal responsable del conflicto sirio, iniciado en marzo de 2011.
La familia Asad lleva 40 años gobernando con mano de hierro el país. Bachar sucedió a su padre, Hafez, en el año 2000.
Las declaraciones del joven líder francés oficializa y refuerza un giro tomado después de los atentados de noviembre 2015 de París.
Macron definió en dos frases su “aggiornamento”: “Yo no he declarado que la destitución de Bachar al Asad sea la condición previa a todo. ¡Porque nadie me ha presentado a su sucesor legítimo!”.
Además, la resolución política del conflicto ya no aparece en el centro de la posición francesa.
Macron dijo también que “se necesita una hoja de ruta diplomática y política”, pero no dio ningún detalle ni citó una sola vez a la ONU.
Sobre Siria, “mis líneas son claras”, señaló Macron. Uno: la lucha absoluta contra los terroristas. Son nuestros enemigos. Necesitamos una cooperación de todos para erradicarlos, en particular de Rusia”.
Francia, que hace unos meses acusaba a Moscú de complicidad por “crímenes de guerra” en suelo sirio se acerca así a Rusia, fiel aliado del régimen de Al Asad.
Macron se reunió con el gobernante ruso Vladimir Putin en mayo y, aunque el tono fue severo, le propuso una nueva colaboración en la lucha antiterrorista.
Entre tanto, la Unión Europea urgió a las plataformas digitales a implicarse en la lucha antiterrorista, aumentando así la presión sobre Facebook, Twitter, Youtube y Microsoft, con la que firmaron un código de conducta en 2016 y que, en el primer año de funcionamiento, se saldó con la supresión de casi el 60% de los contenidos señalados como incitadores del odio.