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Saca, de 53 años, fue detenido el 30 de octubre de 2016 y está recluido en el centro Penal La Esperanza, en el norte de San Salvador.
El caso involucra al expresidente Saca, su exsecretario privado Elmer Charlaix, el exsecretario de Comunicaciones Julio Rank, el expresidente de la empresa estatal de Aguas César Funes, y los colaboradores Francisco Rodríguez, Pablo Gómez y Jorge Alberto Herrera, acusados de peculado, lavado de dinero y agrupaciones ilícitas.
Según la Fiscalía, Saca y los demás implicados operaban una estructura en el interior de la Presidencia que movió los más de 300 millones de dólares a 14 cuentas personales de los funcionarios Charlaix, Rodríguez y Gómez, de las que posteriormente retiraron US$ 116 millones “en efectivo” y de los que lavaron US$ 6 millones.
El expresidente Saca llegó al poder bajo la bandera del partido de derecha Alianza Republicana Nacionalista (Arena), que según la Fiscalía recibió US$ 400.000 del dinero malversado. Luego, en 2010, fue expulsado de esta agrupación política.
Tres presidentes
Saca es el tercer exmandatario salvadoreño en ser procesado por enriquecimiento ilícito o por desvíos de recursos públicos. Los otros dos son Francisco Flores (1999-2004), quien el 30 de enero de 2016 murió de un derrame cerebral mientras cumplía arresto domiciliar, y Mauricio Funes (2009-2014), asilado en Nicaragua y que en noviembre de 2017 fue declarado culpable de enriquecimiento ilícito.
Un juzgado ordenó a Funes devolver al Estado US$ 206.665.
El Salvador perdió al menos US$ 550,9 millones entre 1989 y 2014 por la corrupción, principalmente el gasto “reservado” de la Presidencia y obras públicas.