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SEÚL (EFE, AFP). La compañía Samsung Electronics comenzó a recibir desde distintos puntos del globo un volumen creciente de reportes de móviles que se incendiaban durante el proceso de carga, hasta que el 2 de septiembre, cuando el número de casos ya superaba la treintena, decidió anunciar una retirada sin precedentes del producto.
La empresa surcoreana apostó por ofrecer a los consumidores afectados el reemplazo de las unidades (en total, unos 2,5 millones que habían sido vendidas en todo el mundo) por nuevos teléfonos del mismo modelo que, aseguraba, no sufrirían estos problemas con sus baterías de ion-litio.
Pero con este proceso de rellamada y recambio aún arrancando, la compañía con sede en Seúl de nuevo comenzó a recibir la semana pasada notificaciones –más preocupantes, si cabe– sobre los nuevos Galaxy Note 7 distribuidos para sustituir a las unidades defectuosas.
Al menos ocho de estos teléfonos entregados como reemplazo a clientes de Corea del Sur, Taiwán o Estados Unidos se han incendiado, y algunos lo han hecho cuando ni siquiera estaban conectados a la red eléctrica para recargar sus baterías, informaron.
Malas experiencias
Entre los sucesos registrados en Estados Unidos se cuentan episodios como el de un vuelo entre Louisville y Baltimore que el 5 de octubre, en pleno proceso de embarque, tuvo que ser evacuado cuando uno de estos nuevos “smartphones” prendió fuego en el bolsillo de un pasajero y acabó quemando parte del suelo del avión.
Pocos días después, y en el mismo estado de Kentucky, un hombre tuvo que ser tratado por una bronquitis aguda provocada por el humo que desprendió su móvil después de prender súbitamente de madrugada sobre su mesilla de noche.
Las imágenes de teléfonos carbonizados que inundaron las redes sociales de todo el mundo en las últimas semanas han sido una gran humillación para un grupo que se vanagloria de ser el campeón de la innovación y la calidad.
Samsung admitió que algunas partes de la batería que nunca debieron entrar en contacto entre sí lo hicieron debido a un “muy inhabitual error en el proceso de producción”.