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CARACAS (ANSA). “Ahora, cada vez que voy a comprar, traigo dos o tres productos extras de cada cosa que encuentro, no porque los quiera acaparar ni revender, sino porque los intercambio con mi familia por otros que necesito y no encuentro”, dijo Raiza Castro, una abogada de 35 años, a la salida de un automercado en el norte de Caracas.
“En mi familia optamos por los trueques. Yo, por ejemplo, llevo aquí arroz y mantequilla para cambiarlos con una de mis hermanas por papel higiénico y café, que me hacen falta”, explicó Castro. La situación que se repite con más frecuencia en otras familias ha hecho resurgir el trueque como mecanismo solidario y estrategia ante el llamado “mercado negro” de alimentos y bienes que manejan los vendedores informales en las calles.
Los costos del mercado negro, cuentan los venezolanos, duplican los precios habituales, inclusive los de los productos regulados por la ley de costos y precios justos.
La figura del trueque comunitario directo está establecida en el artículo 43 de la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal que lo define como “modalidades de intercambio de saberes, conocimientos, bienes y servicios con valores mutuamente equivalentes sin necesidad de un sistema de compensación o mediación”.
Asimismo, el Programa de la Patria –impulsado por el fallecido Hugo Chávez y adoptado por el presidente Nicolás Maduro como suplan de gobierno– contempla entre los objetivos la necesidad de “continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del siglo XXI como alternativa al modelo salvaje del capitalismo”.
De ahí que diversas organizaciones comunitarias y colectivas chavistas impulsen el trueque como “otra economía solidaria” que permite a las personas no solo realizar el intercambio sin dinero, sino también incentivar la producción de insumos necesarios para la población.
“Esta práctica representa un retroceso en la economía venezolana y es producto de los controles de precios, de cambio, de la falta de producción y divisas que registra la economía venezolana”, destacó el economista Alexander Guerrero.
El fenómeno –agregó– “es un mirada a la crisis que tiene Venezuela cuyo nombre más indicado es el del empobrecimiento”.
Guerrero recordó por otra parte que durante el gobierno de Jaime Lusinchi (1984-1989) y en el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez (1989-1993) hubo escasez. Sin embargo, precisó, “en esos períodos no se vieron ni el trueque ni el mercado negro como ahora, que es por otro lado incluso estimulado por el propio gobierno”.
“Tanto el trueque como el mercado negro son figuras típicas de las economías distorsionadas que perjudican aún más a los consumidores que se ven afectados por el alto costo de la vida”, subrayó.
Venezuela marcó una inflación anualizada al pasado mes de mayo de 60,9 por ciento, según datos del Banco Central, que no divulgó el nivel de escasez de alimentos.
“Un país que recibe ingresos de 140 millones de dólares diariamente no está para que sus habitantes hagan trueque porque no se encuentra papel toilette, alimentos, ni medicinas”, fustigó el diputado de la oposición Leomagno Flores.